“La vivienda adecuada es un derecho esencial. Y un requisito para el desarrollo social y económico, y para la salud”, señalaba el secretario de Naciones Unidas, en un mensaje al Foro para la Activación de la Vivienda Asequible. La accesibilidad a la vivienda, como vemos, es un problema de magnitud global.
Solo el 13% de las ciudades del mundo tienen viviendas asequibles. Este hecho obliga a millones de personas a recurrir a soluciones habitacionales inadecuadas, lo que afecta a su calidad vida y hasta a su salud.
Garantizar el acceso a una vivienda digna y asequible parece una quimera en tiempos de inflación desbocada. No lo es. Toca replantearse el modelo de construcción y tender puentes a la colaboración pública y privada para desarrollar viviendas eficientes, pero que se puedan pagar.
¿Por qué es importante la accesibilidad a la vivienda?
A los ciudadanos les preocupa su salud, su confort y el medio ambiente. Sin embargo, las decisiones de compra o alquiler de la vivienda se toman casi siempre por el precio y la ubicación.
Sin embargo, el precio de la construcción no es ni mucho menos asequible. De hecho, es la mayor inversión del ciudadano a lo largo de su vida, el bien donde mete todos sus ahorros y los de los próximos años.
Que la vivienda tenga carencias en su eficiencia energética se ve como un mal menor. Pero es un mal que acaba lastrando la capacidad adquisitiva de las familias. Hay que pagar hipoteca y, además, unas facturas astronómicas de luz y gas.
Al final, resulta que el ciudadano no tiene ni sostenibilidad, ni confort, ni apenas capacidad adquisitiva porque todo lo que gana lo emplea en pagar la casa.
Ampliar la oferta de viviendas de calidad, con alta eficiencia energética y a precios asequibles implica la necesaria cooperación entre los gestores del suelo, la iniciativa privada y las autoridades públicas para mejorar la accesibilidad a una vivienda digna.
Estas soluciones no solo permiten un desarrollo social en equidad. También salvaguardan el bienestar de los ciudadanos y tiene efectos positivos en la salud pública.
¿Qué es la rehabilitación energética y por qué es necesaria?
El parque de viviendas en España – y en Europa – es antiguo y poco eficiente. Esto se traduce en ciudadanos que no alcanzan un nivel adecuado de confort térmico en sus hogares o que para lograrlo deben pagar una factura energética muy alta.
Conectar los sistemas de climatización durante más tiempo del deseable también se paga en factura medioambiental. Aumenta la huella de carbono y la contaminación atmosférica, justo lo contrario de lo que pretende el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 11.
La rehabilitación energética es el conjunto de intervenciones en un edificio para mejorar su comportamiento energético. Se busca que el esfuerzo energético para mantener el interior a una temperatura confortable sea el menor posible y con el menor impacto medioambiental.
En viviendas ineficientes, una rehabilitación energética garantiza el confort y una mejora en la salud de los inquilinos, reduce el gasto energético y mejora el perfil medioambiental del edificio.
La Agenda 2030 y Fit for 55
Cada año en Europa se rehabilitan solo el 1% de las viviendas ineficientes. Una cifra que se queda corta para cumplir con los objetivos climáticos que marca la Agenda 2030.
En una reciente intervención en el Parlamento Europeo, Fatih Birol, director de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), advertía de que para reducir en un 55% las emisiones de carbono para 2030 (Fit for 55) habría que rehabilitar al triple de velocidad.
Las exigencias para lograr el Objetivo 55 (Fit for 55, en inglés) establecen que, para 2030, todos los nuevos edificios deben ser Net Zero. Además, quienes tengan o compren una vivienda de calificación energética G o F deberán rehabilitarla al menos a calificación E para 2030. En 2033 todas deberán tener, como mínimo, calificación D.
Para estimular la rehabilitación energética, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) cuenta con el Geoportal Edificios Eficientes. En él se proporciona información sobre los certificados energéticos de los edificios e
inmuebles, tanto residenciales como del sector terciario.
A principios de abril de 2023 aún faltaban algunas comunidades autónomas por incorporar los datos de sus inmuebles.
Tecnologías y metodologías innovadoras para una construcción sostenible
Industrialización
La automatización de la producción, la reincorporación de los restos de materias primas a nuevas producciones y el uso de energías renovables en las fábricas reduce el impacto ambiental de la construcción en sus primeras fases.
Modular
La arquitectura modular se basa en estructuras multicomponentes diseñadas para encajar sin fallos y con menos puentes térmicos. Así se reducen las correcciones a posteriori, o los fallos que merman la eficiencia energética.
Digitalización
La incorporación de los sistemas BIM o Building Information Modelling a la construcción permite mejorar la eficiencia durante todo el proceso constructivo, el ciclo de vida del edificio y su final de vida. Gracias a que toda la información está disponible de forma digital, se optimiza el gasto en materiales, se mejoran las reparaciones a lo largo de los años y se facilita el desmontaje al término de su ciclo de vida.
Todas nuestras soluciones industrializadas son aptas para implementar en sistemas BIM.
Las nuevas aplicaciones digitales permiten aplicar la inteligencia artificial y modelos de realidad aumentada a los estudios de ingeniería y arquitectura. De esta forma se optimizan las soluciones que se van a aplicar sin necesidad de emplear y descartar materiales.
Implementar el Internet of the Things (IoT) y otras soluciones domóticas en viviendas inteligentes también mejora la eficiencia. Así, ya es posible programar el encendido y apagado de la calefacción, las luces…
Materiales eficientes
Ya existen materiales aislantes que permiten una alta eficiencia energética, como las lanas minerales o el poliuretano (PU). El poliestireno expandido (EPS) y su equivalente renovable, NEOPS®, también ofrecen un aislamiento excelente y a un precio mucho menor.
Además, al estar formados en un 98% por aire, aligeran mucho el peso de la construcción.
Ambos son 100% reciclables al final de su ciclo de vida, por lo que su huella de carbono es menor que la de otros materiales.
En este sentido, para poder garantizar la circularidad es obligatorio que las constructoras los separen correctamente y los depositen en los puntos de recogida de residuos adecuados para su reciclado.
Así son los bloques constructivos Legacy®, la última solución constructiva modular de Knauf Industries y que se convirtió en una de las favoritas de los visitantes de REBUILD 2023.
La importancia de una construcción sostenible en todo su ciclo de vida
Aunque no lo parezca, los edificios consumen una cantidad enorme de recursos energéticos. También generan una considerable huella de carbono. De ahí la importancia de implementar medidas que los hagan más sostenibles.
Si echamos un vistazo a todo el ciclo de vida de un edificio, apreciamos tres etapas bien diferenciadas en cuanto a consumo de energía y generación de residuos. Una correcta intervención en cada una de ellas logra edificios más eficientes y sostenibles.
Acopio de materiales y construcción
Extraer las materias primas convencionales, trasladarlas al solar y emplearlas consume muchos recursos energéticos, materiales y humanos para extraer, transportar y levantar un edificio.
La construcción industrializada trabaja con soluciones modulares fabricadas a medida para ensamblar en seco. Así se generan menos excedentes, se ensambla de forma limpia, sin andamiaje y con menos residuos en obra.
Los materiales aligerados y circulares, como el EPS o NEOPS, reducen además el coste del transporte y su impacto ambiental. Son, además, 100% reciclables. En el caso de NEOPS® también es de origen renovable.
Ciclo de uso
Los edificios consumen en torno al 40% de la energía demandada en el mundo y generan el 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas a la energía.
Si la construcción cuenta con sistemas de aislamiento térmico exterior (SATE) para reducir los puentes térmicos y minimizar la inercia térmica, ese consumo se va a reducir considerablemente.
De igual forma, un retrofit que mejore el aislamiento de una construcción ya existente y optimice el gasto de otros equipamientos (aire acondicionado, calderas, iluminación…) contribuye a la sostenibilidad y al ahorro energético.
Fin de ciclo de vida
Cuando un edificio o un componente deja de ser útil, es muy complicado valorizar todo o parte de él. Esto afecta a la sostenibilidad, pero también al coste de la construcción, ya que los materiales son inversiones ‘a fondo perdido’.
La construcción modular e industrializada salva ese problema. Ya es posible desmontar una parte, sustituirla por una nueva con relativa facilidad. Si es monomaterial, también reciclarla de forma eficiente, recuperando así parte de la inversión inicial.
Potenciar la valorización de los materiales al final del ciclo de vida de los edificios es una de las claves para dinamizar la rehabilitación energética, ya que permite compensar parte de los costes.
Democratización de las certificaciones energéticas A y B
En cumplimiento con lo pactado en la Agenda 2030, los gobiernos firmantes se comprometen a promover ciudades y asentamientos humanos ‘inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles’.
Autoridades municipales, constructores, arquitectos, ingenieros y todos los implicados en la cadena de valor de la construcción tienen también una responsabilidad de promover la calidad en los procesos de producción y diseño de viviendas asequibles.
El resultado de estas sinergias es más que esperanzador. Hoy acceder a una vivienda digna y de alta eficiencia energética (clasificación A o B) ya no es exclusivo de clientes acomodados.
El ahorro que permite la construcción modular industrializada de alta eficiencia hace posible levantar viviendas muy eficientes a precios razonables para un ciudadano medio.
Esta democratización de la construcción eficiente es una de las grandes revoluciones de la construcción actual. Siempre que no se empleen acabados premium, los precios finales de la vivienda serán moderados y accesibles.
A este ahorro en el precio de salida, que repercutirá en hipotecas más moderadas, hay que sumar el ahorro mes a mes en la factura energética durante el tiempo de uso.
En la actualidad Knauf Industries desarrolla con el estudio RC Arquitectura un proyecto de viviendas de alta eficiencia energética con Legacy® en Madrid.
Estas estrategias de edificios sostenibles no solo se aplican a la vivienda libre. La colaboración público-privada ya ha conseguido que en los últimos años se entreguen viviendas sociales pasivas o Net Zero en diversos municipios españoles.
Preguntas frecuentes de usuario sobre accesibilidad a la vivienda
La rehabilitación energética es el conjunto de intervenciones en un edificio para mejorar su comportamiento energético. Se busca que el esfuerzo energético para mantener el interior a una temperatura confortable sea el menor posible y con el menor impacto medioambiental.
La vivienda adecuada es un derecho esencial. Y un requisito para el desarrollo social y económico, y para la salud. Así lo señalaba el secretario de Naciones Unidas, en un mensaje al Foro para la Activación de la Vivienda Asequible. La accesibilidad a la vivienda, como vemos, es un problema de magnitud global.
Las exigencias para lograr el Objetivo 55 (Fit for 55, en inglés) establecen que, para 2030, todos los nuevos edificios deben ser Net Zero. Además, quienes tengan o compren una vivienda de calificación energética G o F deberán rehabilitarla al menos a calificación E para 2030. En 2033 todas deberán tener, como mínimo, calificación D.
Ampliar la oferta de viviendas de calidad, con alta eficiencia energética y a precios asequibles implica la necesaria cooperación entre los gestores del suelo, la iniciativa privada y las autoridades públicas para mejorar la accesibilidad a una vivienda digna.
