Hace ya tiempo que las empresas dejaron de ser entes aislados, pendientes solo de su negocio. En el contexto actual, asumen su responsabilidad frente al cambio climático, el respeto a los derechos humanos y las buenas prácticas en la gobernanza corporativa. Es lo que se conoce como ESG.
¿Qué significa ESG?
Las siglas ESG son el acrónimo en inglés de Environmental, Social and Governance (en español, Ambiental, Social y de Gobernanza). Tres conceptos con los que la sociedad cada vez está más concienciada y que valoran en aquellas empresas en las que depositan su confianza.
ESG a través de los informes de sostenibilidad
Para conocer el grado de cumplimiento en cada uno de esos apartados las compañías llevan a cabo los informes de sostenibilidad, antes conocidos como informes de Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Los informes de sostenibilidad vienen a ser una especie de auditoría interna acerca del desempeño de cada organización en el ámbito de la sostenibilidad ambiental, social y económica. De esta forma los empleados, accionistas, clientes y la sociedad en general pueden conocer las políticas de cada empresa en relación con su entorno.
Estos informes se ajustan a estándares internacionales reconocidos, como los de Global Reporting Initiative (GRI) o International Integrated Reporting Council (IIRC). Esta estandarización facilita la comparación y la evaluación del desempeño sostenible de las organizaciones.

El papel del medio ambiente en ESG
El cambio climático y ESG caminan de la mano. Toda actividad industrial, comercial o empresarial de cualquier índole genera una huella de carbono y residuos. La clave está en poner los medios para minimizarlos, sin dejar de crear riqueza.
Medioambiente sostenible
Las compañías deben medir su impacto medioambiental, tanto el de sus actividades productivas, como el de sus productos finales, o ambos.
Una herramienta muy útil para conocer el impacto medioambiental es el Análisis de Ciclo de Vida (ACV), que cuantifica tanto la huella de carbono, como el consumo de recursos. Este estudio detecta los puntos de mayor riesgo medioambiental a lo largo de la cadena productiva y permite implementar medidas específicas para mitigarlos.
En este sentido es muy importante sincronizar la actividad productiva y el crecimiento con una utilización consecuente de los recursos naturales y el establecimiento de estrategias para cumplir con los principios de economía circular.
Cambio climático y ESG
La dimensión ambiental de los informes ESG evalúa las prácticas de una empresa en relación con el impacto ambiental de sus operaciones. El fin último de todas las políticas ambientales es siempre evitar el cambio climático y la extenuación de los recursos naturales.
- Cambio climático. Entre otros, se analizan las emisiones de gases de efecto invernadero y cómo reducirlas, y se promueve la eficiencia energética y se revisa la transición hacia fuentes de energía renovable.
- Conservación de recursos naturales. Evitar el malgasto de agua, mejorar la eficiencia energética, reducir el uso de materias primas, promoviendo la reutilización y el reciclaje…
- Biodiversidad. Fomentar la protección de los ecosistemas y la biodiversidad, evitando o minimizando el impacto negativo en los hábitats naturales y las especies.
- Contaminación. Prevenir las emisiones de gases de efecto invernadero o tóxicos, los vertidos de aguas residuales y, en general, la gestión responsable de las sustancias químicas y tóxicas.
Gestión de riesgos ambientales ESG
Más allá de prevenir el impacto ambiental, hace falta contar con planes de actuación para casos de fallos en los mecanismos de prevención. O, directamente, en caso de catástrofes ambientales.
La gestión de riesgos ESG identifica el potencial impacto negativo en la actividad productiva de un desastre ambiental (inundaciones, sequías, incendios forestales, falta de extenuación de primas…). También, cómo afectaría en términos de reputación, sostenibilidad financiera y confianza de los accionistas.

Importancia de la sociedad en los informes ESG
Responsabilidad social corporativa
La responsabilidad social corporativa hace referencia a las políticas y prácticas de una organización que protegen el trabajo justo y seguro, la diversidad e inclusividad y la ética empresarial.
Impacto social y ambiental
En la actualidad, no tienen cabida organizaciones sin políticas de igualdad y diversidad.
Para asegurar que las empresas cumplen con esos principios, lo primero es determinar los posibles riesgos sociales en su desempeño. A partir de ahí, articular medidas para paliarlos y medir su impacto con periodicidad.
Cabe destacar que el medioambiente y el impacto social no son compartimentos estancos. Una política medioambiental positiva tiene un impacto automático en el bienestar social, el desarrollo y la salud de las comunidades.
Esto se explica, por ejemplo, por la mejora de la calidad del aire, la salubridad de los acuíferos o por medidas concretas para paliar los efectos de la sequía con ayudas a la agricultura inteligente.
Compromiso con la comunidad
Dentro del compromiso ESG se incluyen aquellas acciones en pro de la comunidad y el respeto a las comunidades locales, el apoyo a colectivos vulnerables, programas de formación y ayudas sociales para reducir la brecha de desigualdad en cualquier ámbito social.
Gobernanza y ESG
El tercer pilar de ESG atañe al gobierno corporativo. Se contempla la inclusividad en su estructura, la participación de los accionistas y el cumplimiento de la legislación vigente y las normas éticas locales.
Gobierno corporativo
Dentro de ESG, el gobierno corporativo se refiere a la forma en que una empresa es dirigida, administrada y supervisada, qué mecanismos regulan las tomas de decisiones y cómo se rinden cuentas a los accionistas.
Transparencia en la gobernanza
El secretismo no tiene cabida en una organización ESG. Un buen gobierno corporativo se enfoca en la transparencia, la rendición de cuentas, la equidad y la responsabilidad hacia los diferentes grupos de interés, como accionistas, empleados, clientes, proveedores y la comunidad en general.
Todo lo anterior requiere estructuras de gobierno claras, como juntas directivas independientes y comprometidas, y asegurar una divulgación adecuada de información financiera y no financiera para que los inversionistas y otros actores puedan evaluar el desempeño de la empresa en términos de ESG.
Accionistas responsables
Los accionistas en el contexto ESG no solo valoran los rendimientos financieros. También, sopesan los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo de una compañía antes de decidir sus inversiones. Es lo que empieza a denominarse como ‘inversiones sostenibles’.
Estos accionistas pueden ejercer su influencia a través del voto en las juntas generales de accionistas, presentando propuestas de acción o exigiendo un diálogo con la administración de la empresa.
De forma indirecta, también influyen en la gobernanza al invertir en fondos u otros instrumentos de inversión que contemplen los criterios ESG como parte de su estrategia de inversión.

Beneficios de la implementación de ESG
La integración de los criterios ESG en el desempeño de una organización mejora su competitividad y reputación, atrae inversiones sostenibles, fortalece su relación con las partes interesadas y promueve un crecimiento a largo plazo, entre otros.
- Más competitividad. La implementación de criterios ESG reduce los riesgos laborales y los costes por absentismo. A la vez, desarrollar estrategias medioambientales innovadoras permite ir por delante de las normativas europeas, aportando una ventaja sobre la competencia.
- Más inversores. La perspectiva ESG asegura un rendimiento financiero sostenible. Esto aporta confianza a sus accionistas y atrae nuevos inversores al posicionarse como un valor solvente a largo plazo. También facilita el acceso a subvenciones públicas.
- Decisiones equilibradas. Contar con mecanismos de control plurales sirve de contrapeso a las juntas directivas, incorpora mecanismos de control y abre la puerta a nuevas propuestas de estrategias empresariales.
- Cultura corporativa. La aplicación de prácticas empresariales éticas en la relación con los empleados, clientes, proveedores y otros grupos de interés genera relaciones sólidas a largo plazo. Ellos serán el mejor NPS de la compañía.
- Mejora de la imagen y la reputación. La sociedad general también valora a las empresas. Las que aplican criterios ESG generan credibilidad y sintonía con la sociedad. No aplicarlos, en cambio, puede minar la reputación y acabar afectando a su mercado.
- Atracción de talento. Las empresas comprometidas con el entorno y políticas éticas hacia sus plantillas se convierten en auténticos imanes de captación y retención de talento. En especial, para las generaciones más jóvenes, que cada vez valoran más desarrollarse profesionalmente en empresas con valores.
Pasos para integrar ESG en tu empresa
Para integrar ESG en una empresa lo primero es realizar un informe de sostenibilidad que analice los riesgos y oportunidades. A partir de ahí, determinar plazos realistas para implementar esas estrategias, medir periódicamente sus resultados y realizar las correcciones pertinentes en el tiempo.
- Realización un informe de sostenibilidad acorde a los estándares internacionales (GRI, IIRC) y los ODS. Este estudio destaca los riesgos y oportunidades en los aspectos ambientales, sociales y de gobierno corporativo.
- La Directiva 2022/2464 sobre la presentación de información sobre sostenibilidad por parte de las empresas establece los procedimientos que deben seguir las empresas a la hora de presentar sus informes de sostenibilidad.
- Integración de ESG en la estrategia empresarial. Una vez detectados los puntos a mejorar, se establece una hoja de ruta con acciones concretas y plazos realistas para alcanzar las metas de ESG.
- Medición y seguimiento. La diferencia con los antiguos informes RSC es que ESG establece indicadores clave de desempeño (KPI, por sus siglas en inglés) que permiten medir los resultados periódicamente y hacer un seguimiento de los progresos.
- Comunicación y participación. El éxito de las estrategias ESG depende de su capacidad de calado e involucración en la plantilla, los clientes, los accionistas y resto de grupos de interés.
- Mejora continua. Las empresas son entes dinámicos, como también lo es la sociedad. El enfoque ESG no es un proyecto cerrado, sino vivo y en constante evolución. Las organizaciones deben observar los cambios en la sensibilidad o las necesidades sociales para incorporar los ajustes necesarios en sus estrategias o en su cultura empresarial.
Conclusiones
En su camino hacia una Europa más inclusiva, plural y descarbonizada, los criterios ESG han desbancado a la RSC.
Mientras aquella sentaba solo las bases de empresas socialmente responsables, los criterios RSC analizan losriesgos y oportunidades de esas estrategias, establecen guías para su aplicación y miden su impacto en la viabilidad financiera de la compañía y sus efectos a largo plazo.
PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE ESG
Las siglas ESG son el acrónimo en inglés de Environmental, Social and Governance (en español, Ambiental, Social y de Gobernanza). Tres conceptos con los que la sociedad cada vez está más concienciada y que valoran en aquellas empresas en las que depositan su confianza.
Para integrar ESG en una empresa hay que realizar un informe de sostenibilidad que analice los riesgos y oportunidades, determinar plazos realistas para implementar esas estrategias, medir periódicamente sus resultados y realizar las correcciones pertinentes en el tiempo.
La integración de los criterios ESG en el desempeño de una organización mejora su competitividad y reputación, atrae inversiones sostenibles, fortalece su relación con las partes interesadas y promueve un crecimiento a largo plazo, entre otros.