El packaging o embalaje industrial difiere de otros tipos de envases en el nivel de protección que proporciona para el almacenamiento prolongado. Se tiene en cuenta el grosor y la resistencia del material que se utiliza, así como el cierre y los mecanismos de bloqueo seguros. Además, los embalajes industriales deben poder cumplir con las normas internacionales de embalaje y requisitos de control de calidad de los países de fabricación y destino.
Los embalajes industriales se utilizan para empaquetar un producto durante o después del proceso de fabricación. Esto se realiza normalmente, pero no siempre, en el sitio de producción, y requiere soluciones de embalaje industrial específicamente personalizadas adaptadas al producto en cuestión.
El packaging juega un rol importante a la hora de proteger y mantener el producto en buen estado y transportarlo de forma óptima. Por ejemplo, que el material permita la conservación del producto no es un tema menor en ciertas industrias como la industria farmacéutica o la alimenticia.
De todas formas, como en cualquier otro producto, la materia prima es clave. Los envases industriales hechos a medida son tan buenos como los materiales que se utilizan para elaborarlos. Elegir el material de embalaje adecuado requiere un equilibrio de muchos factores, incluyendo facilidad de manejo y almacenamiento, peso, características de amortiguación, eficiencia de fabricación, facilidad de identificación, adaptabilidad a los requisitos del cliente y costo, entre otros.
Uso del poliestireno expandido en embalaje industrial
El embalaje de EPS se utiliza ampliamente para el mercado nacional y de exportación. Sus características excepcionales de absorción de impacto lo hacen ideal para el almacenamiento y transporte de artículos frágiles y costosos.
El excepcional aislamiento térmico y las propiedades de resistencia a la humedad del EPS permiten la extensión de la frescura de productos perecederos tales como pescados y mariscos. Además, su resistencia a la compresión hace del EPS un material ideal para embalajes apilables.
El EPS ofrece los siguientes beneficios cuando se utiliza como material de embalaje:
- Embalajes de baja densidad, por lo tanto, ligeros.
- Capacidad de absorber altos niveles de energía cuando se cae o se somete a impacto.
- Baja conductividad térmica, por lo que protege el contenido contra cambios bruscos de temperatura.
- Químicamente inerte y, por lo tanto, se puede utilizar con seguridad para el envasado de alimentos y productos farmacéuticos.
- Resistencia y durabilidad: se mantiene intacto incluso en contacto directo con el agua.
Elegir la solución de embalaje industrial adecuada es una gran responsabilidad que las empresas deben asumir para asegurar que sus productos llegan a nosotros seguros y en excelente estado de conservación. ¿No lo crees?