Las medidas de contención de la pandemia de Covid-19 han provocado un aumento espectacular del e-commerce. Con la «nueva normalidad» los fabricantes de packaging para empresas industriales o de alimentación deben adaptarse, teniendo en cuenta factores de seguridad y medioambiente.
La nueva normalidad y el incremento de ventas online
La crisis del coronavirus lo ha trastocado todo. El confinamiento desbocó las compras online. Por tanto, los fabricantes y los distribuidores se vieron obligados a hacer un sobreesfuerzo en el diseño y compra de packaging. Además, teniendo en cuenta todas las medidas de protección sanitaria para evitar la propagación de la enfermedad.
La situación se ha solventado con éxito y ha servido para que muchas empresas que hasta entonces no consideraban el canal online un nicho de negocio cambien de percepción.
Con la nueva normalidad, cualquier producto es susceptible de ser comercializado por Internet. La venta online, más que un valor añadido, se ha convertido en una exigencia por parte de los consumidores. Pero es imprescindible tener en cuenta factores de seguridad y medioambiente.
Una encuesta de la consultora Nielsen sobre los hábitos de compra después del Covid-19 refleja que uno de cada cuatro consumidores va a continuar comprando comida y bebidas online.
Durante los meses más duros de la crisis sanitaria, la prioridad ha sido dar respuesta a los pedidos en el menor tiempo posible, pero a partir de ahora las empresas no van a poder descuidar que aspectos como la sostenibilidad continúan siendo fundamentales para los consumidores.
Es decir, la pandemia no sirve de excusa para dar pasos atrás en la responsabilidad de los productores con el medioambiente.
El papel del embalaje y el packaging en la nueva normalidad
El papel de los fabricantes de packaging y de sistemas de protección industrial para las mercancías es protagonista en esta «nueva normalidad».
Aquellos que ya estuvieran trabajando bajo la premisa de “seguridad y medioambiente” parten con ventaja. Ten en cuenta que el compromiso con la economía circular va a continuar siendo un plus cada vez más valorado por los consumidores.
De la situación vivida durante los últimos meses, se pueden sacar algunas conclusiones:
- La importancia del plástico como aliado de los objetivos de salud pública en la lucha contra la pandemia.
- La necesidad de utilizar materiales con baja huella de carbono, reciclables y reutilizables. Si aumenta el uso de packaging, es evidente que no se puede dejar de lado la estrategia de reducción de consumo de materias primas. De lo contrario, estaríamos agravando el problema de la gestión de residuos.
En Knauf Industries acumulamos una larga experiencia en la investigación de materiales como el poliestireno expandido (EPS), el polipropileno expandido (EPP) y NEOPS (procedente de biomasa vegetal). Las propiedades mecánicas de este último garantizan la mejor protección, minimizando el impacto medioambiental.
- Extremar las precauciones sanitarias no significa sobredimensionar las necesidades de packaging. Todo lo contrario, lo que hay que hacer es optimizar materiales y formatos. Cada producto debe ir protegido por el embalaje adecuado.
- La personalización es un importante valor añadido. La colaboración entre fabricante de packaging y cliente es la mejor estrategia para desarrollar la mejor solución para cada producto. Es lo que hacemos en Knauf Industries a través de nuestro servicio Total Pack System.
¿Cuándo se considera un embalaje sostenible?
Un embalaje sostenible es el que garantiza la protección de la mercancía sin incrementar los costes medioambientales.
La sostenibilidad en la producción responde a una estrategia más amplia de compromiso con la economía circular. Un envase no será sostenible porque contenga material reciclado si el fabricante no desarrolla procesos para hacer posible el reciclaje de sus productos, por ejemplo.
¿Cómo tener en cuenta factores de seguridad y medioambiente? La sostenibilidad abarca todo el ciclo de vida del producto, así que hay que tener en cuenta:
- Que los materiales seleccionados impliquen un bajo impacto ambiental.
- La reducción de la cantidad de material que compone cada producto.
- El análisis de las técnicas de producción, para un consumo menor de energía.
- La optimización del sistema de distribución, para que sea eficiente y menos contaminante.
- El impacto durante el uso del producto: que dure el máximo tiempo posible con el menor consumo de energía posible, y que esa energía sea de origen renovable.
- El fin de vida del sistema productivo: que el producto sea reciclable y cada uno de sus componentes se pueda reintroducir en otros ciclos productivos.
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9 principios para un embalaje seguro y sostenible
La Sociedad Pública de Gestión Ambiental del Gobierno Vasco (Ihobe), Ecoembes y la Asociación de Empresas de Fabricantes y Distribuidores (AECOC) han publicado una guía de Recomendaciones de optimización de envases y embalajes en el e-commerce.
Esta guía está dirigida a la mejora del sistema de embalaje para la venta online, de manera que garantice criterios de seguridad y medioambiente. Es decir, la protección de las mercancías a lo largo de la cadena de suministro, utilizando la mínima cantidad de material posible.
Factores para un embalaje seguro y sostenible:
- Que proporcione la protección necesaria. La característica primordial de cualquier sistema de embalaje es que garantice la integridad del contenido. Por tanto, lo debe proteger de golpes, caídas y elementos externos, de acuerdo con las características del producto.
- Que minimice el impacto medioambiental. Se deben priorizar los materiales reciclables y con baja huella de carbono, y reducir el consumo de materias primas.
- Que asegure la inviolabilidad del producto. El embalaje tiene que incorporar algún sistema que dificulte la manipulación o el robo del contenido. En Knauf Industries hemos desarrollado un mecanismo de seguridad que no permite la apertura de la caja hasta que este no se rompe.
- Que facilite la devolución. En caso de necesidad de devolución de la mercancía, se ha de poder utilizar el embalaje original.
- Que sea automontable. Es decir, que no se requieran sistemas adicionales para su montaje.
- Que se adapte a las características físicas del producto. De esta manera, se optimiza el espacio interior, lo que comporta ahorro de material y mayor protección del contenido.
- Que sea reutilizable. El consumidor podrá darle un nuevo uso práctico, cosa que evita la generación de residuos.
- Que sea de fácil manipulación. El diseño de embalaje bajo criterios ergonómicos facilita la manipulación y el transporte de las mercancías.
- Que simplifique el almacenamiento. Los embalajes plegables, antes y después de su uso, ahorran espacio y, por tanto, costes logísticos.
Knauf Industries: seguridad y medioambiente
Knauf Industries cumple todos los factores de criterios de seguridad y mediambiente. Además, nuestras soluciones monomateriales e innovadoras están adaptadas a las necesidades de cada cliente.
Nuestro centro de investigación IDlab ha desarrollado sistemas de embalaje industrial que reducen el tiempo de puesta en circulación en el mercado y que aportan valor añadido a nuestros clientes:
Komebac Cool: contenedor isotermo para el transporte de productos a temperatura controlada, ergonómico, lavable, reutilizable durante años, 100% reciclable.
Komebac plegable: con todas las ventajas del polipropileno expandido (EPP), se pliega y despliega mediante un sistema muy sencillo e instantáneo. Son cajas ligeras y robustas, ergonómicas, lavables y reutilizables, que ahorran un 50% de espacio en transporte y almacenaje.
Todas nuestras soluciones nacen del compromiso con la economía circular. Te invitamos a ampliar la información sobre la responsabilidad de la industria del packaging con la protección del medioambiente a través de nuestros webinars sobre economía circular y ecodiseño.