‘No tengo tiempo para cocinar’. Esta situación tan habitual en nuestros tiempos ha impulsado el crecimiento de los platos preparados y listos para comer en casa o en la oficina. Basta con calentar en el microondas y ya está solucionada la comida.
Con la compra sucede algo similar. Preferimos pasar por el supermercado y comprar una barqueta cerrada con los filetes ya cortados que esperar cola en la carnicería.
Estas necesidades tan habituales requieren envases especiales para garantizar esa inmediatez que quiere el consumidor y la seguridad alimentaria que demanda la industria. Los envases termoformados son esa solución: versátil, barata y con gran valor de marca.
Gracias a estos envases nuestro consumidor puede llevarse a casa unos canelones, unos pimientos del piquillo rellenos o unas lentejas, y conservarlos durante un tiempo razonablemente largo, muchas veces, sin refrigeración.
Cuando los necesite, solo tendrá que calentar y llevarse el bocado a la boca.

¿Qué son los envases termoformados?
El prefijo ‘termo’ ya da pistas de su fabricación: son envases plásticos moldeados con calor. Para ello, pasa una lámina de plástico sobre un molde, se calienta y se ajusta para darle la forma deseada. Se conocen también como termoconformados.
Este proceso es automático y en serie, lo que permite producir muchos envases idénticos de una vez. El molde puede ser estándar (todo fabricante de envases termoformados suele ofrecer diversos envases con distintos tamaños) o a medida del cliente.
En cuanto al material, se pueden fabricar con diferentes tipos de plásticos, como el polipropileno (PP), el polietileno tereftalato (PET) y combinaciones multicapa.
Ventajas del polipropileno para termoformados

Aunque calentar un alimento en termoformado apenas requiere uno o dos minutos, el polipropileno es el único material apto para utilizar en el microondas con total seguridad de que no habrá transferencias de sustancias potencialmente peligrosas para la salud.
Por esta razón, este material se ha convertido en el gran aliado de los alimentos de quinta gama, haciendo buena la frase de las 3 Cs que busca el consumidor: comprar, calentar y comer.
Este material además presenta otras indudables ventajas para el termoconformado:
- Asequible. Es una materia prima con un precio mucho más competitivo que otras alternativas.
- Monomaterial. Esta característica simplifica su fabricación y garantiza que estos envases sean 100% reciclables.
- Pasteurizable. Este sistema de esterilización es habitual en la mayor parte de los platos de quinta gama y requiere envases aptos para soportar.
- Ligero. Se pueden fabricar envases con un grosor mínimo sin renunciar a todas las prestaciones de calidad. Esto no solo hace el envase más manejable para el consumidor y para su colocación en el lineal. También abarata el transporte.
- Resistente a pinchazos. Lo que lo convierte en idóneo para procesos de esterilización sin riesgo de que se rasgue o se pinche. Así el fabricante del alimento está seguro de que no se van a derramar los caldos o salsas envasados.
- Sellable con plena estanqueidad. Imprescindible para la comercialización de este tipo de alimentos sin riesgos de seguridad alimentaria, ni afectación a las propiedades organolépticas. Al calentar, el producto estará como recién hecho.
- Atmósfera modificable. También son aptos para la aplicación de atmósferas modificadas o al vacío que aseguren la correcta conservación del alimento.
- Sostenible. Este material es 100% reciclable en los flujos de reciclaje ya existentes de PP.
- Libertad de diseño. El termoformado en polipropileno permite adaptar las formas, texturas y colores a las necesidades de cada marca o producto en concreto.
En Knauf Industries hemos desarrollado y patentado monomateriales a partir del polipropileno que, desde nuestro compromiso con la economía circular, nos han permitido crear diferentes soluciones en envases termoconformados.
KAPSEAL®, KAPCLEAR®, KAPLIGHT® y R’KAP dan respuesta a las necesidades tanto del canal HORECA como del consumidor final con un excelente perfil de sostenibilidad.

En concreto, KAPLIGHT® está desarrollado en color negro libre de carbono. Esta cualidad hace que los sistemas de detección óptica en los centros de clasificación para el reciclado los detecten sin ningún problema.
Por su parte, R’KAP® está fabricado a partir de plásticos reciclados postconsumo, quedando por tanto exento del impuesto al plástico. Tiene las mismas prestaciones que el polipropileno, esto es, apto para consumo alimentario, microondable y pasteurizable.
Conoce más acerca de las posibilidades de estos materiales y de los distintos formatos y espesores de nuestras bandejas KARY® en el Catálogo de Soluciones para Platos Preparados.


Normativa de envasado de alimentos
En los últimos años las modificaciones regulatorias buscan garantizar la información al consumidor, la seguridad alimentaria y la circularidad del envase.
En este sentido ya avanzaba la Directiva (UE) 2019/90, en la que se abordaba el problema de los plásticos de un solo uso. Este texto conminaba a los Estados miembros a avanzar en medidas que promuevan el reciclado de aquellos envases insustituibles.
España incorpora ese espíritu de circularidad en dos normas: la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular y el Real Decreto Ley de Envases.
Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular
Esta norma, aprobada en la primera mitad de 2022 insta a reducir en un 70% para 2030 los recipientes alimentarios de plástico de un solo uso destinados al consumo inmediato. Ser apunta a soluciones reutilizables o de materiales no plásticos como alternativas.
Aunque el punto más controvertido en cuanto a las restricciones es el ya conocido como el ‘impuesto al plástico’, una tasa de 0,45 euros que tendrán que pagar los fabricantes de envases por cada kilo de materia prima plástica virgen.
Real Decreto Ley de Envases
Este Real Decreto de Envases, cuya aprobación está prevista para antes de que acabe 2022, sintetiza los objetivos de reducción de residuos procedentes de envases contemplados en la Estrategia Española de Economía Circular.
Entre los puntos más destacados está la prohibición de vender fruta en barquetas si pesan menos de 1,5 kilos, salvo ciertas excepciones de productos cuya conservación haga indispensable ese formato como forma de protección, como las frambuesas.
Para facilitar el compromiso de los consumidores con el reciclaje, se obliga a los fabricantes a indicar claramente en el etiquetado de qué material está hecho el envase y en qué contenedor debe depositarse.
Legislación sobre etiquetado de alimentos procesados
El consumidor tiene derecho a saber qué está comprando. La etiqueta del producto es el vehículo por el cual el fabricante, a la vez de poner en valor su producto, expone claramente toda esa información.
El Reglamento de Información Alimentaria para los Consumidores 1169/2011 resume tanto el etiquetado general de los alimentos (formato, tipografías, legibilidad…), como el etiquetado nutricional obligatorio (listado de ingredientes, fecha de caducidad, peso…)
Para garantizar ese derecho de los consumidores, el legislador deja claros algunos conceptos respecto a esa información obligatoria:
- Debe ser fácil de ver
- Legible de forma clara y difícil de borrar
- No estar oculta, oscurecida o interrumpida en forma alguna
- Ser accesible sin necesidad de abrir o manipular el producto.
Los envases termoformados pueden satisfacer fácilmente estas consignas mediante etiquetas adhesivas (frecuentes en el producto fresco). Los platos preparados de quinta gama suelen optar por un shrink sleeve de film plástico o un cinto de cartón.
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Personalización de envases termoformados
Dar una identidad única al packaging para tus alimentos listos para consumir aporta un valor de marca diferencial y permite que tu producto destaque respecto a otros en el punto de venta.
En una fábrica de envases alimentarios es posible producir partidas específicas con unas determinadas características. Solo hay que acordar esas características con el equipo de diseño y, en su caso, fabricar los moldes de termoformado pertinentes.
Esta personalización de los envases alimentarios es una estrategia de marketing muy eficaz, ya que nos permite incorporar los colores corporativos al envase o crear envases específicos para una campaña concreta (como dar la forma de un balón de fútbol por el Mundial).
Es posible incluso incorporarla información obligatoria del etiquetado en relieve. Esto hace innecesario incorporar la etiqueta adhesiva y deja un aspecto minimalista muy del gusto del consumidor actual.
Ventajas y desventajas de los envases termoformados

La personalización de envases termoformados es una de sus mayores ventajas. Pero no es la única. Estos envases tiene otros muchos puntos positivos. Te resumimos algunos:
- Rapidez. La creación del molde y los prototipos requieren poco tiempo, lo mismo que la propia fabricación en serie.
- Dinamismo. Esa rapidez permite cambiar de formato según requisitos de marketing o para el lanzamiento de nuevos productos.
- Precio. La producción es más asequible que la de otros formatos de envases.
- Resistencia. Pese a su ligereza, son envases muy resistentes al calor y roturas. Además, se puede jugar con los espesores según las necesidades de cada cliente.
- Ecodiseño. Posibilidad de reducir la cantidad de material y hacer que sean 100% reciclables si son de polipropileno.
Por supuesto, aún no se ha inventado una fábrica de envases termoformados que pueda hacer absolutamente todo. Esto nos lleva a los dos escollos de este tipo de envases:
- Formatos limitados. Se pueden lograr solo aquellas formas que se puedan crear con un molde.
- Inversión inicial para personalizar. Fabricar un molde ad hoc conlleva destinar un presupuesto previo. Si no entra en tus cuentas, en la fábrica de envases de plástico seguro que te ofrecen formatos estándar para comercializar tu producto.
Preguntas frecuentes sobre Termoformados
El prefijo ‘termo’ ya nos da la pista de su fabricación: son envases plásticos moldeados con calor. Para ello, se hace pasar una lámina de plástico sobre un molde, se calienta y se ajusta mecánicamente para darle la forma deseada.
Aunque calentar un alimento en termoformado apenas requiere uno o dos minutos, el polipropileno es el único material apto para utilizar en el microondas con total seguridad de que no habrá transferencias de sustancias potencialmente peligrosas para la salud.