Todos sabemos lo que es el packaging ordinario, el de siempre: aquel que envuelve el producto y además nos ayuda a transmitir determinados valores o atributos del producto. Pero empieza a hablarse muy en serio de packaging digital. Así lo hace, por ejemplo, Rafa Soto, socio y director de Summa Branding, en un artículo publicado por MarketingNews.
Soto cita varios ejemplos de la interacción entre packaging y entornos digitales, y nos muestra con ellos las posibilidades que nos abre el mundo online. Uno de ellos es la marca Kellogg’s, que en colaboración con Marvel, creó un juego para adolescentes basado en la película Spiderman, lejos de casa, donde el packaging hacía de joystick.
Otro ejemplo es la marca de cosmética Alba, que instala sensores para recoger datos y da consejos a sus usuarias a partir de esa información. Estos sensores aplicados al packaging permiten saber con qué frecuencia se aplican la crema, qué tipo de crema e incluso en qué localización están usando sus productos.
Son solo algunas de las múltiples utilidades que puede brindarnos el packaging digital. En cualquier caso, hay una premisa que puede aplicarse indistintamente al tradicional: los materiales suman; la imaginación multiplica. Y de eso precisamente, de imaginar nuevos conceptos innovadores, se encarga nuestro laboratorio de pruebas y prototipado de materiales EPS y EPP, utilizando tecnologías como el corte, el moldeo y el mecanizado.