Cuando se piensa en sostenibilidad, el plástico suele salir mal parado. Y no siempre de forma justa.
Contrariamente a lo que se suele creer, no todo el plástico se fabrica a partir del petróleo. Los bioplásticos se fabrican a partir de materiales vegetales e, incluso, gracias a la acción de ciertos microorganismos en entornos controlados.
También lo son algunos tipos de plásticos de origen fósil, pero biodegradables. Es decir, que se descomponen por la acción de agentes naturales, como el agua o el suelo.
Los usos de los bioplásticos son variados y su presencia en el mercado también es cada vez mayor. En este artículo vas a descubrir todo acerca de este innovador material.
¿Qué son los bioplásticos y para qué sirven?
A diferencia del plástico convencional, resultado de distintos procesos químicos a partir del crudo, los bioplásticos se fabrican a partir de polímeros naturales (biopolímeros) de procedencia vegetal.
Estos plásticos de origen biológico presentan las mismas prestaciones, versatilidad y resistencia que otros tipos de plástico de origen sintético. Por esta razón tienen aplicaciones en la industria textil, la agricultura o la medicina.
La diseñadora de moda Stella McCartney, vegana militante, crea prendas de ‘cuero vegetal’ a partir de hongos. La marca suiza Happy Genie fabrica bolsos con restos de pulpa de manzanas exprimidas, sumándose así a la economía circular.
Pese a todo, la principal aplicación de estos plásticos biológicos es la fabricación de envases y embalajes.

¿De dónde se obtienen los bioplásticos?
os bioplásticos pueden fabricarse a partir de residuos agrícolas, restos de biomasa urbana (restos de poda municipal, por ejemplo), corteza de árbol, maíz, fécula de patata, piña, caña de azúcar…
Desde el punto de vista de la sostenibilidad, la fabricación de plástico con materiales verdes genera una menor huella de carbono. No requiere ni tantos procesos químicos, ni tanta energía como el petróleo.
Algunos ecologistas cuestionan el impacto medioambiental de los fabricados con vegetales cultivados específicamente para este uso. Un estudio de la Universidad de Pittsburgh apunta a la contaminación por los fertilizantes.
También advierte que la tierra de cultivo se quita a la producción de otros alimentos. Esta circunstancia puede alterar los precios de mercado alimentario. Incluso dejar sin sustento a comunidades locales especialmente vulnerables.
Algunos bioplásticos se generan a partir de la fermentación causada por microorganismos. El resultado es un material plástico altamente tecnológico con aplicaciones, entre otras, para fabricar parches cardiovasculares o suturas médicas.

¿Qué tipos de bioplásticos existen?
Según su origen, pueden ser bioplásticos de origen biológico o de origen fósil, siempre que cumplan con criterios de sostenibilidad.
En cuanto a la gestión de su vida útil, se dividen en tres grupos: biodegradables, biodegradables y compostables, o no biodegradables ni compostables, pero sí reciclables.
– Biodegradables. Se degradan por la acción del agua, del aire o gracias a los microorganismos del suelo. Pueden ser de origen vegetal o fósil. Un ejemplo habitual en casa son las cápsulas de detergente para la lavadora.
– Biodegradables y compostables. Los microorganismos del suelo se encargan de convertirlos en compost.
Para que un bioplástico entre en la categoría de compostable no debe dejar fragmentos que duren más de doce semanas en el residuo. Tampoco puede llevar elementos tóxicos o metales pesados, y debe permitir el desarrollo de plantas.
Un ejemplo son las bolsas de la fruta del supermercado. Deben tirarse al cubo marrón.
- No biodegradables, ni compostables, pero sí, reciclables. No se degradan por factores ambientales, pero se pueden reciclar. Se gestionan como otros plásticos a partir del contenedor amarillo.
Pues conocer mucho más a cerca de los bioplásticos en el post que publicamos en Knauf Industries sobre tipos de bioplásticos, propiedades y aplicaciones.
Es el caso de NEOPS ®, la solución de bioplástico patentada por Knauf Industries. Se fabrica a partir de residuos de biomasa de procedencia no agrícola. Reduce un 30% la huella de carbono con respecto a una alternativa similar de origen fósil como el EPS.
Es una alternativa de packaging sostenible industrial con una demanda creciente año tras año.
Todos los polímeros vegetales son alternativas sostenibles a los plásticos convencionales. Hay que recalcar que los bioplásticos de origen fósil también son sostenibles.
Este punto es la gran diferencia con el resto de plásticos procedentes del petróleo, que no llegan a desaparecer completamente en un tiempo razonable para un humano. Se calcula que, según el tipo de objeto y tipo de plástico, pueden durar entre 150 y 1.000 años.
Durante ese tiempo pueden atomizarse en pequeñas partículas denominadas microplásticos y nanoplásticos, una de las grandes amenazas para la vida marina.
¿Quieres saber más acerca de los tipos de bioplásticos y sus propiedades? Te lo contamos en este artículo.
¿Qué sectores utilizan los bioplásticos?
Mira a tu alrededor. Es muy probable que haya bioplásticos sin que lo sepas. Y cada vez habrá más.
Se usa en envases, incluso para el sector alimentario. También, para piezas para automóviles, zapatillas y ropa biodegradable, prótesis y suturas médicas…
En 2020 se produjeron 2,11 millones de toneladas métricas de bioplásticos. Casi la mitad (el 46%) se produjo en Asia. Europa produjo un 26%, cifra que se espera crezca en los próximos años.
El plástico es insustituible en muchas de sus prestaciones. Por esta razón, a la vez que limita el uso de plásticos vírgenes de origen fósil, la Unión Europea incentiva la producción de bioplásticos.
La industria del plástico, consciente de su papel dinamizador en I+D para la sostenibilidad, cada vez ofrece respuestas más variadas de materiales para producirlos.
De igual manera, va mejorando sus propiedades para optimizar sus prestaciones en usos industriales. Algunas líneas de investigación se centran en mejorar su durabilidad, resistencia al calor, flexibilidad, brillo, transparencia o imprimibilidad.

¿Cuáles son los beneficios de utilizar los bioplásticos?
Mientras el plástico es cuestionado por sus implicaciones medioambientales, incluso para la salud, los polímeros vegetales presentan evidentes ventajas:
– Uso de materias primas renovables.
En el caso de los de origen vegetal, el petróleo se sustituye por productos vegetales fácilmente cultivables.
– Deslocalización de los recursos.
Se evita la dependencia de los países que monopolizan la producción y el precio del petróleo. Los vegetales se pueden cultivar en casi cualquier punto del planeta.
– Sin aditivos cuestionados.
Los famosos ‘nasties’, como el ftalato o el bisfenol A, son muy criticados por su posible acción como disruptores hormonales. Por eso el packaging con bioplásticos es una alternativa cada vez más usada en envases alimentarios.
– Menor huella de carbono.
Para fabricar plástico derivados del petróleo hay que refinar el crudo. Este proceso consume mucha energía y genera una gran huella de carbono. Fabricar bioplásticos es menos complejo y genera menos gases de efecto invernadero.
– Valor añadido.
Incorporar un material sostenible a un producto aporta un valor intangible, pero muy valorado por el consumidor responsable y preocupado por el medio ambiente.
En Knauf Industries somos expertos en soluciones de packaging sostenible y bioplásticos. Conócenos https://knauf-industries.es/contacto/


A diferencia del plástico convencional, resultado de distintos procesos químicos a partir del crudo, los bioplásticos se fabrican a partir de polímeros naturales (biopolímeros) de procedencia vegetal.
Estos plásticos de origen biológico presentan las mismas prestaciones, versatilidad y resistencia que otros tipos de plástico de origen sintético. Por esta razón tienen aplicaciones en la industria textil, la agricultura o la medicina.
En cuanto a la gestión de su vida útil, se dividen en tres grupos: biodegradables, biodegradables y compostables, o no biodegradables ni compostables, pero sí reciclables.