17/04/2019

Entrevista a Carlos Enguix (Ainia): “El envase ayuda a vender un producto y a garantizar su seguridad y vida útil”

Entrevista Carlos Enguix, responsable del departamento de tecnologías de envases en Ainia

Apasionado del packaging. Así es como se define Carlos Enguix, responsable del departamento de tecnologías de envases en el centro tecnológico Ainia. Entre los objetivos de esta compañía está el de ayudar a empresas de todos los sectores a mejorar la competitividad, eficiencia, vida útil y usabilidad de los productos gracias a los envases. Garantizar la sostenibilidad es, actualmente, uno de los principales retos del sector.  

Entrevista a Carlos Enguix, responsable del departamento de tecnologías de envases en el centro tecnológico Ainia.

– ¿Qué es Ainia?

– Ainia es un centro tecnológico cuya misión es aportar valor a las empresas. Cooperamos con ellas para liderar la innovación y el desarrollo tecnológico de una manera sostenible. Pretendemos ser un referente internacional que integre soluciones de innovación y tecnología, además de convertirnos en aliados indispensables para las compañías.

– ¿Trabajáis en algún sector en concreto?

– Trabajamos en alimentación y en otros sectores como cosmética, perfumería y productos químicos, así como en ámbitos afines, como packaging, tecnologías de visión o tecnologías de encapsulación, entre otros. Contamos con investigadores, laboratorios, talleres de formación y plantas piloto para mostrar y desarrollar nuevos productos. De esta manera, contribuimos a impulsar el crecimiento de las empresas y a fomentar su competitividad. Nos satisface ver cómo estos productos llegan al mercado y las empresas tienen éxito con nuestra ayuda. 

– ¿Cuánta gente trabaja en Ainia?

– Actualmente somos más de doscientas personas.

– ¿Existe alguna premisa enfocada a los trabajadores que sea importante?

– En Ainia, la confidencialidad es un requisito de máxima importancia. Es por eso que las empresas pueden estar completamente seguras de que todos los trabajos realizados se mantienen bajo una estricta confidencialidad. Por tanto, los resultados no se hacen públicos.

– ¿Cómo funciona el departamento de envases?

– Nosotros trabajamos en tres líneas de innovación. La primera es la interacción en base a productos, que consiste en la relación del envase y su material con el producto para preservarlo y aportarle seguridad. En segundo lugar, trabajamos en el diseño de envases. Trabajamos, sobre todo, en ecodiseño, es decir, en optimizar la cantidad de materiales utilizados para que el envase sea más ecoeficiente, que resista mejor y que sus prestaciones sean más adecuadas, más fáciles de usar por parte de los consumidores, etc. Por último, nos focalizamos en soluciones para la sostenibilidad y la reducción del impacto ambiental y la huella de carbono.

– ¿Qué otros departamentos existen en Ainia?

Disponemos de un gran número de departamentos y tecnologías que nos permiten llevar a cabo nuestros proyectos, como son el de desarrollo de producto, procesos, sistemas de identificación de materiales, identificación de defectos de soldadura, tecnologías de la información y comunicación, legislación, calidad y medioambiente, microencapsulación, etc.

– ¿Qué filosofía sigue el departamento de envases?

– Nuestra filosofía pasa por la integración de distintas tecnologías para ofrecer soluciones completas y definitivas que den respuesta a los problemas con los que se puede encontrar una empresa.

– ¿Con quién trabaja Ainia?

Ainia trabaja con fabricantes de materias primas, con transformadores de materiales para hacer envases, con usuarios finales de envases como empresas de alimentación, cosmética y farmacia, con compañías de distribución, etc.

– ¿Qué proyecto en el que estéis trabajando ahora te gustaría resaltar?

Estamos trabajando en la gestión de los residuos de envases. Gracias a la extracción con fluidos supercríticos, podemos extraer una sustancia que no queremos que se encuentre en el material del envase. O al revés: impregnar un material de envase para que cumpla una funcionalidad específica. Esta transformación, así como el proceso de envasado, la vida útil del envase, la distribución del producto, el marketing y la gestión de residuos, resulta de gran importancia para la economía circular.  

– En vuestro folleto podemos leer: “El envase es la piel del producto, el garante de su seguridad y vida útil; pero también es la experiencia de uso y consumo; la esencia y el recuerdo de la marca”. Más allá de un contenedor, ¿cómo podemos definir qué es un envase?

– El envase es desde el vendedor de un producto hasta un sistema que garantiza la seguridad y la vida útil del artículo.

– ¿Qué papel tiene el envase como vendedor de un producto?

– Al fin y al cabo, el envase se encuentra en la cadena de distribución y es la presencia física de un artículo en el mercado. Cuando el consumidor va a comprar, el envase le transmite información del producto, de sus ingredientes, de la imagen de marca, de la funcionalidad del propio envase y del artículo, de cómo se debe preparar y consumir, etc. Esta información ayuda en el momento de decidir la compra.

– ¿Qué aporta el envase a la experiencia de uso del consumidor?

– El envase está aportando nuevas experiencias. De hecho, hablamos de envases convenience cuando satisfacen alguna necesidad del consumidor. Hoy en día los consumidores disponen, por ejemplo, de comidas étnicas que no se podrían preparar sin la información sobre su preparación que aportan los envases. También aportan ventajas como la preparación fácil, sistemas de apertura y de cerrado, manejo del envase, sistema de extracción, etc. Además, el envase también transmite sensaciones y emociones.

– En el departamento de envases trabajáis con tres conceptos: convenience, sustainability e intelligent packaging. ¿Por qué estos tres?

– Son tres tendencias muy marcadas. Los consumidores están pidiendo soluciones que faciliten la preparación de los productos y la compra. La satisfacción del cliente se tiene que combinar con la sostenibilidad y la estrategia de economía circular de la Unión Europea para la utilización de materiales reciclables y el control del impacto ambiental. Otro tema importante es la seguridad: la incorporación de nuevos materiales y soluciones puede generar migraciones hacia el alimento que tenemos que controlar. 

Por otro lado, una tendencia creciente es la apuesta del consumidor por el comercio electrónico. Los productos adquiridos online precisan cada vez de más información detallada sobre seguridad, trazabilidad del producto, etc. Los sistemas inteligentes están cobrando fuerza para satisfacer esta tendencia.

– ¿El ecommerce es una tendencia generalizada en todos los sectores?

– Sí, y sobre todo entre los consumidores jóvenes que han nacido con la tecnología entre las manos y están ávidos de comprar por Internet cualquier categoría de producto.

– Y por parte de estos consumidores jóvenes, ¿va aumentar la compra de platos preparados?

– Evidentemente. El sector de los platos preparados está en pleno crecimiento y tenemos que buscar soluciones de envase que fomenten la buena conservación, preparación y seguridad de estos productos. 

– ¿Esta tendencia hacia el comercio online va a provocar modificaciones en los envases?

– Sí, los envases tienen que garantizar la integridad del producto, es decir, que no sufra daños durante su distribución. En el caso de que sea necesaria una temperatura de conservación, también hay que garantizar que esa temperatura se mantenga durante la distribución. Además, puede haber sistemas que mejoren la trazabilidad del producto para comprobar si se han mantenido las condiciones óptimas durante el transporte o si ha habido algún problema. Incluso se pueden integrar sistemas inteligentes que aporten información de producto. Por ejemplo, con etiquetas inteligentes que den datos sobre alérgenos, composición, procedencia, etc. Asimismo, se pueden desarrollar envases activos que mejoren la vida útil de los artículos.

– Desde Ainia, ¿cómo os anticipáis a estos cambios en las necesidades del consumidor?

– Disponemos de un departamento especializado en temas relacionados con el consumidor. El comprador es uno de los pilares de nuestro trabajo, y es por eso que estamos muy bien preparados: mediante tests, podemos saber qué necesita y qué le satisfaría.     

– ¿Cuál es la posición de Ainia frente a los escándalos mediáticos relativos al uso del plástico?

– Por un lado, en Ainia somos partidarios de usar gran diversidad de materiales de envase en función de los requerimientos de los productos. Hay algunos productos que tienen exigencias para su conservación y para satisfacer la distribución y la llegada al consumidor en unas condiciones de seguridad y vida útil. Es por eso que los plásticos juegan un papel primordial y no podemos prescindir de estos materiales actualmente. La distribución de productos exige higiene, propiedades de barrera y propiedades de conservación, entre otras, y esto solo lo ofrecen los materiales plásticos.

Por otro lado, existe una tendencia para mejorar la gestión de los residuos de los envases plásticos y evitar las islas de plásticos en el mar que están apareciendo en los medios. Estas islas han surgido debido a la mala gestión de los residuos plásticos, los cuales han llegado a corrientes que los han trasladado hasta el mar, donde se han acumulado. Si esta gestión se hace correctamente, los materiales deberían permanecer en un flujo en el cual pueden ser gestionados adecuadamente, reciclados y ejerciendo el menor impacto posible.

– ¿Ves al sector implicado en el desarrollo de envases sostenibles?

– Sí, toda la cadena de valor que utiliza envases plásticos está haciendo un esfuerzo. Además, existen unas directrices a nivel europeo que establecen plazos para lograr dichos objetivos: que los envases sean cada vez más reciclables y que se utilicen materiales que puedan renovarse, que tengan menor impacto y que resulten más sostenibles. Todo el sector se está alineado con esta nueva tendencia y existe una búsqueda generalizada de soluciones que permitan mejorar la situación actual.

– De hecho, actualmente ya están en uso productos biodegradables, compostables y derivados.

– Sí. Además, estos nuevos materiales biodegrabales o compostables también ofrecen unas propiedades mecánicas, barrera y ópticas fundamentales. Sin embargo, nunca podrán sustituir a los materiales convencionales derivados del petróleo, ya que en algunos casos serán necesarias unas propiedades específicas de mecánica, transparencia y soldabilidad que no ofrecen los nuevos materiales. Así pues, la expansión de los materiales biodegradables ya está en marcha en muchos nichos de mercado, pero no supondrá el fin del uso de materiales derivados del petróleo. Ambos materiales coexistirán.

– ¿Estáis trabajando en algún proyecto de desarrollo en esta línea?

– Hemos trabajado los materiales biodegradables y compostables con subproductos de la industria agroalimentaria. Por ejemplo, para producir bioplásticos a partir de residuos de zumo de frutas, lácteos o mondas de patata. Incluso hemos desarrollado bioplásticos que nos permiten hacer botellas, tarrinas y envases para volver a envasar los mismos productos que han generado ese subproducto.

– ¿Te consideras un apasionado del packaging?

Sí, soy un apasionado. Estamos viviendo un reto bastante especial en la industria: ahora que los envases soportan tratamientos térmicos y son seguros, hay que hacerlos más sostenibles. No es fácil, pero yo estoy disfrutando mucho de este reto. El objetivo es conseguir soluciones que, con la misma vida útil o incluso mejor, sean seguros y, además, reciclables o producidos con material reciclado.

– ¿Cómo definirías lo que es un packaging?

El packaging es un sistema que integra un montón de factores y variables que permiten distribuir los productos y comercializarlos de una forma segura y sostenible.