Al cerrar los ojos y pensar en la Navidad, una de las primeras imágenes que nos vienen a la mente es la de un árbol rodeado de paquetes de regalo brillantes y relucientes. No es el contenido de estos paquetes el que hace soñar a los niños y niñas la noche de los Reyes, sino los propios envoltorios, que prometen una experiencia única y emocionante.
Ni la crisis ni la pujante concienciación medioambiental de buena parte de la población han conseguido desligar la Navidad de esta imagen en la que el continente (es decir, el envase), es la antesala necesaria para disfrutar del contenido (es decir, el regalo) desde el primer momento.
Se calcula que los españoles destinarán una media de 255 euros en regalos durante estas fiestas, según datos de la agencia Digital Commerce Marketing. Ante la gran variedad de la oferta disponible, en la campaña más consumista del año los fabricantes ponen toda la carne en el asador para atraer a los compradores, con packaging que ejerza un poder definitivo en la experiencia del consumidor y, por ende, en la decisión de compra.
En los hábitos de consumo actuales, convergen numerosas tendencias que influyen en el tipo de packaging que los transformadores de plástico debemos suministrar a las marcas y canales de venta:
- El auge definitivo del comercio online, que en esta campaña de Navidad acumulará el 59% del consumo, según el estudio mundial Holiday Retail Survey 2019 publicado por Deloitte.
- La convergencia entre el mundo físico y digital.
- La experiencia de compra única y personalizada que demanda el consumidor.
- La sensibilidad medioambiental.
Fruto de estos condicionantes, el packaging navideño persigue el equilibrio entre una robustez que proteja los productos durante su periplo logístico, un toque gourmet, personalizado y creativo que estimule los sentidos y las ventas, y una circularidad que permita la revalorización del envase y un impacto ambiental reducido.
Packaging diseñado para el comercio online
La presión que la cadena de suministro experimenta en Navidad se ha acentuado de forma dramática con la eclosión del comercio online. Solo hace falta ver la previsión de la patronal Uno Logística de que el sector mueva nada más y nada menos que 80 millones de paquetes durante la campaña. De confirmarse la cifra, cada español estaría recibiendo casi dos paquetes de media estas fiestas.
Una prueba concreta de este pico es el de Correos, que prevé incrementar un 20% el número de paquetes que enviará durante esta campaña de invierno en comparación con la de hace un año.
Esta alta actividad logística exige la utilización de cajas de embalaje que ofrezcan una alta fiabilidad y protección de los productos. De hecho, el embalaje seguro fue el primer uso que se dio a las cajas de porexpán.
Las soluciones de poliestireno expandido de Knauf Industries destacan por su resistencia mecánica, su peso ligero y su versatilidad, lo que convierte al corcho blanco en un aliado idóneo para el transporte de productos frágiles como los electrodomésticos, cuya demanda en Navidad es muy elevada. Además de las cajas de embalaje, suministramos esquineras, cantoneras, láminas, perlas de relleno, etc.
Packaging personalizado
Despertar emociones en el posible comprador es una prioridad para el packaging, en primer lugar porque potencia la compra por impulso e incrementa la percepción de calidad del producto, algo básico en un momento de tanta afluencia comercial como la Navidad. Y es que, según un estudio de la Universidad de Harvard, el 95% de las decisiones de compra tienen una motivación emocional y no racional. En segundo lugar, porque el envase es la carta de presentación de un producto y de una marca para quien abre el regalo.
Corren buenos tiempos para las empresas que apuestan por la creatividad, la sorpresa y la personalización. Muchos consumidores esperan, incluso, las ediciones navideñas especiales de algunos envases que cambian su estética durante la campaña.
El compromiso de Knauf Industries por el packaging emocional se concreta en diversas innovaciones que hemos presentado en 2019. Una de las más destacadas es Kary, una gama de bandejas termoconformadas con texturas que imitan la madera, el esparto o la pizarra, con el objetivo de presentar productos alimentarios de forma atractiva y con el toque gourmet que todos los compradores quieren ver reflejada en sus comidas navideñas.
En el mismo sentido, Skinboard Neo es un envase invisible que busca mejorar la conservación de las propiedades organolépticas de pescados, carnes, embutidos y platos preparados al tiempo que da todo el protagonismo al producto, gracias a su material transparente, fino y de fácil apertura.
Otra tendencia en los envases que se manifiesta con claridad en Navidad es el packaging personalizado para conectar más directamente con cada perfil de consumidor.
Packaging ecosostenible
Las protestas contra el cambio climático han puesto de manifiesto que la concienciación social a favor de proteger el medio ambiente es una tendencia al alza, especialmente en las capas más jóvenes de la sociedad. Cabe esperar que, progresivamente, los consumidores decantarán sus decisiones de compra hacia las opciones más respetuosas con el entorno.
Por este motivo, cada vez más marcas apuestan por alternativas de plástico ecosostenible como el EPS, que solo cuenta con un 2% de contenido plástico mientras que el resto es aire.
Este material es 100% reciclable a través de procesos mecánicos o químicos y puede revalorizarse para generar nuevos envases, combustible o componentes de piezas industriales o material de construcción, entre otros.
Para iniciar el proceso de reciclado de las cajas de poliespán después de los Reyes Magos, es suficiente con depositar los residuos en el contenedor amarillo o en centros de recogida como los de Knauf Industries.