Ayudas para la rehabilitación de edificios: qué son y cómo solicitarlas

Mejora de rvivienda con ehabilitación por el exterior

El mensaje no podía ser más claro: las administraciones subvencionan parte de la rehabilitación de edificios para gastar menos en calefacción (o en refrigeración).

Estas ayudas se aplican a través de deducciones en el IRPF, el Ibi y ayudas de las comunidades autónomas con los fondos europeos.  Las pueden solicitar todos los ciudadanos que cumplan ciertos requisitos.

Te contamos qué es eso del control energético de edificios y qué hay que hacer para solicitar todas las ayudas para que la obra sea más asequible.

Control energético en un país con edificios envejecidos

La rehabilitación permite reducir el gasto energético para cumplir con los compromisos climáticos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. No olvidemos que el 40% de la contaminación en las ciudades viene del consumo energético en edificios.

Por si fuera poco, en los tiempos que corren de crisis energética, cualquier intervención para ahorrar en gas y electricidad es bienvenida.

En España el 45% de los edificios data de antes de 1980 y tiene una calificación energética E, F o G. Son edificios donde parte de la factura de la calefacción se pierde por muros mal aislados o ventanas con rendijas

Son los principales beneficiados de estas ayudas para edificios, aunque no los únicos.

Rehabilitación del aislamiento por el exterior SATE con EPS o poliestireno expandido

Rehabilitación energética de edificios: aislar y calentar mejor para pagar menos

Hay varias formas de control energético de los edificios: apostar por fuentes de energía renovables, cambiar a instalaciones térmicas más eficientes y mejorar la envolvente térmica.

Energías renovables

Frente a los combustibles de origen fósil, las energías renovables de uso doméstico se abren paso: paneles solares, geotermia, aerotermia, biomasa…

Instalaciones térmicas más eficientes

Cambiar calderas individuales por redes de calor, hacer un uso más eficiente de la calefacción mediante el big data…

Mejora de la envolvente térmica

Por decirlo en lenguaje simple, es evitar que se cuele el frío por el hueco de la persiana o que al tocar las paredes que dan a la calle en invierno desde dentro de casa, las notemos heladas. Son señales de hay que mejorar el aislamiento térmico de la fachada y optimizar los cerramientos.

Dicho así parece fácil, pero la idea de ‘meterse en obras’ suele disuadir a muchos ciudadanos. En parte, por las molestias, pero también, por el precio. Las ayudas a la rehabilitación de edificios aprobadas el pasado año suponen un importante incentivo.

Además, una intervención desde el exterior de la fachada apenas importuna a los vecinos. No hay escombros por el interior, ni necesidad de abandonar la casa durante las obras. Eso es lo que se consigue con un Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE).

El SATE es la forma más eficiente y cómoda para el aislamiento térmico de edificios. Son paneles que se instalen desde el exterior para evitar que haya transferencias de calor del interior hacia la calle. Este sistema acaba con los puentes térmicos, que es como los arquitectos denominan a esos pequeños espacios que quedan entre las ventanas, las personas o las vigas por los que se cuela el aire frío.

financiación la adminsitracion pública para la rehabilitación de las viviendas.

Materiales usados para el control energético

Entre los materiales para rehabilitación de edificios encontramos una enorme oferta: poliuretano, lana mineral, corcho… El poliestireno expandido (EPS) es una espuma plástica compuesta en un 98% por aire, cualidad que lo convierte en un excelente aislante con resultados óptimos en SATE.

Basta un dato para entender su capacidad aislante: aplicar 1 centímetro de EPS en fachadas aísla como 72 de hormigón armado. Las placas de EPS atenúan un 66% las diferencias térmicas entre las caras norte y sur de un edificio.

Instalar un SATE con EPS en edificios reduce un 57% la pérdida de energía de las viviendas, según un estudio de la Escuela de Edificación de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Por eso el 82-83% del SATE en Europa se realiza en EPS, según la Asociación Europea de Sistemas Compuestos de Aislamiento Térmico por el Exterior.

Este material además aporta otras ventajas a la construcción. Es ligero, resistente y 100% reciclable mecánicamente, lo que lo convierte en un material muy sostenible y con una huella de carbono muy inferior a otros materiales.

Rehabilitación de control energético: inversión segura con valor estético

El objetivo de una rehabilitación de control energético en edificios no es embellecerlos.

Sin embargo, el SATE admite distintos acabados aplicando una o varias capas de morteros. Por eso, es habitual aprovechar estas intervenciones en construcciones antiguas para igualar el aspecto de la fachada o, incluso, cambiar su apariencia. De esta forma, aunque el propósito no sea estético, al final mejora mucho el aspecto exterior del edificio. Este factor, más la mejora energética, provoca que el valor de la vivienda en el mercado aumente como mínimo un 10%.

Catalogo SATE KNAUF INDUSTRIES
Catálogo SATE KNAUF INDUSTRIES

Así que, aunque pueda parecer un gasto considerable, visto a largo plazo es una inversión de altísima rentabilidad. Y no solo en el caso de querer poner la vivienda a la venta.

Un estudio realizado por Knauf Insulation Iberia comparó los resultados de invertir cierta cantidad de dinero en rehabilitación energética de edificios y en un plan de pensiones. Concluyó que la rentabilidad es 7 veces mayor cuando se apuesta por reducir el consumo energético.

Estas intervenciones comportan, además, una ventaja evidente: los beneficios se notan en el bolsillo desde el mes siguiente a la finalización de la obra.

Por ponerlo en cifras, el beneficio neto acumulado en 30 años para una rehabilitación en una vivienda unifamiliar en Barcelona es de 52.544 euros. Ingresando ese dinero en un plan de pensiones la cantidad se reduce a 39.524,3 euros.

Tipos de ayuda para la rehabilitación de edificios

Cualquier ciudadano puede solicitar tres tipos de ayudas diferentes, no excluyentes entre sí:

IBI

Los ayuntamientos pueden aplicar deducciones (normalmente, entre un 30 y 50%) en el Impuesto de Bienes Inmuebles de los edificios con mayor eficiencia energética. Estas bonificaciones varían de unos municipios a otros y se aplican a todos los solicitantes durante el tiempo en que estén en vigor.

Para ello hay que registrar en el ayuntamiento las mejoras aportando el certificado energético.

Cuadro de ayudas para la rehabilitación

Subvenciones de las CCAA

Dentro del Programa de ayuda a las actuaciones de rehabilitación a nivel de edificio, las Comunidades Autónomas disponen de recursos de los Fondos Next Generation EU para ayudar a sufragar estas obras.

Para acceder a las ayudas hay que acreditar una de estas condiciones:

–     reducción de al menos el 30% del consumo energía primaria no renovable, referida a la certificación energética.

–    reducción de la demanda de energía global anual de calefacción y refrigeración de un 35% en zonas climáticas D y E, y un 25% en zona climática C.

Las ayudas van del 40 al 80%, según el ahorro energético. En el caso de personas con vulnerabilidad económica las ayudas cubren el 100% de la rehabilitación.  

Pueden solicitarlas los propietarios de edificios, viviendas unifamiliares, comunidades de propietarios y arrendatarios que así lo acuerden con el propietario. Para ello deben presentar un proyecto con las actuaciones a realizar o una memoria suscrita por un técnico competente acorde al Código Técnico de la Edificación y demás normativa de aplicación.

La cuantía y condiciones de convocatoria varía en cada una de las comunidades y ciudades autónomas. En la web del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se actualizan permanentemente las convocatorias.

IRPF

El Real Decreto-ley 19/2021, de medidas urgentes para impulsar la actividad de rehabilitación edificatoria en el contexto del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, introduce tres nuevas deducciones temporales en la cuota íntegra estatal del IRPF.

1.   Hasta un 20% en obras que reduzcan al menos un 7% las necesidades de calefacción y refrigeración. Hasta el 31 de diciembre de 2022, con una base máxima de deducción de 5.000 euros anuales.

2.   Hasta un 40% de las cantidades satisfechas una reducción mínima del 30% consumo de energía primaria no renovable, o hagan que la vivienda alcance la clase energética A o B. Máximo de 7.500 euros anuales, hasta el 31 de diciembre de 2022.

3.   Hasta un 60%, con un máximo de 15.000 euros, cuando hay:

– una mejora de la eficiencia energética del conjunto del edificio,

– una reducción mínima del del consumo de energía primaria no renovable del 30%,

– o una mejora de la calificación energética del edificio para obtener una clase energética A o B.

Esta tercera modalidad de deducción está vigente hasta el 31 de diciembre de 2023.

Los Colegios de Arquitectos ofrecen a sus miembros una calculadora de ayudas a la rehabilitación. Con ella pueden asesorar a sus clientes acerca de las distintas subvenciones de las administraciones públicas.

Quien puede recibir las ayudas a la rehabilitación

¿Cómo tributan estas ayudas?

Para incentivar a la ciudadanía a acometer las rehabilitaciones energéticas pertinentes, el Real Decreto 19/2021 determina que las ayudas para rehabilitar los edificios están exentas de tributar en la Declaración de la Renta. Es decir, el ciudadano puede disponer del 100% de la ayuda, sin que afecte a su Declaración de la Renta. De no ser así debería computar dentro de la base imponible general, junto con el resto de rendimientos, con lo que en algunos casos podría suponer un salto de tramo impositivo.

¿Cómo tributan las ayudas para la rehabilitación de edificios?

Para incentivar a la ciudadanía a acometer las rehabilitaciones energéticas pertinentes, el Real Decreto 19/2021 determina que las ayudas para rehabilitar los edificios están exentas de tributar en la Declaración de la Renta.

¿Cómo solicitar las ayudas a la rehabilitación de edificios? 

Pueden solicitarlas los propietarios de edificios, viviendas unifamiliares, comunidades de vecinos y arrendatarios que así lo acuerden con el propietario. Para ello deben presentar un proyecto con las actuaciones a realizar o una memoria suscrita por un técnico competente acorde al Código Técnico de la Edificación y demás normativa de aplicación.

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