05/07/2022

Eficiencia energética en edificios y viviendas con SATE

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La eficiencia energética de una vivienda pasiva o de un edificio va mucho más allá del deseo de sus usuarios de sentirse confortables en el interior. Lograr un buen control del clima en los edificios es un requisito indispensable para la sostenibilidad medioambiental global.  

El SATE es la mejor forma de lograr ambos objetivos y se puede aplicar tanto en fachada de edificaciones nuevas, como en la rehabilitación de las ya existentes.

Confort, sostenibilidad y eficiencia energética

Los sistemas de calefacción y refrigeración eléctricos permiten tener interiores más confortables, cálidos en invierno y frescos en verano. Son muy eficaces, pero consumen mucha energía

En España el 47% del consumo energético de los hogares corresponde a la calefacción, según Eurostat y el IDAE. La refrigeración supone solo el 0,8%, pero va en aumento con la instalación de aires acondicionados para combatir unos veranos cada vez más calurosos. 

  Ya no se trata solo de que esa climatización repercute – y mucho – en la factura energética. También genera una huella de carbono inasumible por el planeta y aumenta la dependencia energética de la Unión Europea de los países exportadores de combustibles de origen fósil. 

  Una gestión de la climatización optimizada permite al ciudadano reducir esa factura, sin renunciar al confort interior. Y la mejor solución para ello es el SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior).

Aislamiento de fachadas nuevas

Desde 2007 las nuevas edificaciones de nueva construcción deben contar con un certificado de eficiencia energética. Indica cómo de eficiente es esa construcción a la hora de mantener la temperatura (inercia térmica) y sus emisiones de CO2. 

El SATE es un panel aislante que sustituye al revoco de mortero pintado y al aislamiento en la cámara interior que venían aplicándose hasta ahora para garantizar la climatización. 

Se aplica directamente sobre la fachada con adhesivo y unas fijaciones mecánicas específicas (espigas).  

En obra nueva, la mejora de la construcción con el SATE es evidente. De entrada, al ser un sistema de aislamiento integral sobre toda la envolvente se eliminan los puentes térmicos en los pilares, las cajas de las persianas, los techos… 

El ahorro de energía con SATE para calentar y enfriar la vivienda depende de la clasificación energética elegida por el constructor. Un edificio de clasificación A supone un 75% de ahorro. La clasificación B aporta un ahorro del 60%, y una C, del 35%. 

Un edificio bien aislado y con fuentes de energía sostenibles (placas solares, por ejemplo) pueden ser un edificio de consumo de energía casi nulo o nZEB (del inglés, nearly Zero Energy Building).  

 Admite distintos acabados, con una o varias capas de morteros. En una de ella, se instala una malla como refuerzo. Acabada la instalación, no hace falta someter a la construcción a nuevas intervenciones. La fachada ya está lista.

SATE en la rehabilitación: gestión de climatización en viviendas

Si antes ya preocupaba que el calor o el frío de una vivienda no se esfumara, el precio disparado de la energía ha convertido la factura de la luz y el gas en un dolor de cabeza para muchos ciudadanos. 

Propietarios de viviendas unifamiliares y comunidades de vecinos de edificaciones poco eficientes optan por aplicar un SATE como ahorro de energía. Al aplicarse en la fachada exterior, no altera la vida cotidiana de sus inquilinos. 

La mejora de la construcción con el SATE revaloriza el valor del inmueble ya que mejora su certificación energética. Las obras pueden, además, aprovecharse para mejorar el aspecto de la fachada, otro factor que interviene en el precio final del inmueble. 

El SATE se emplea sin problemas en edificios antiguos. Al ser un elemento de construcción ligero, el enfoscado antiguo no se retira, salvo que ya exista riesgo de desprendimientos. 

Conviene recordar que R.D. 235/2013, incorpora la obligatoriedad de obtener el certificado de eficiencia energética para todos los edificios o viviendas existentes que se vendan o alquilen.

Pantalla domótica inteligente en salón.

Control de climatización en edificios

A diferencia de lo que pudiera parecer, aislar desde la fachada tiene mejores resultados que hacerlo por dentro del edificio. De hecho, el buen aislamiento de fachadas y una climatización eficiente son conceptos inevitablemente unidos.  

Y no solo porque cualquier sistema de aislamiento de control del clima en viviendas aplicado desde el interior implica molestias para los inquilinos, desde taladrar tabiques para inyectar el material aislante a colocar planchas aislantes que reducen el espacio habitable.  

La fachada exterior juega un papel clave en la regulación de la temperatura interior. El calor puede atravesar una fachada. Incluso, acumularse. Lo hará con mayor o menor dificultad según el tipo de material de la fachada. 

La acumulación de calor se nota más en verano. Los muros permanecen calientes incluso por la noche. La única solución para que el interior no sea asfixiante es recurrir a sistemas de refrigeración, cuyo coste energético es enorme. 

Si por la fachada exterior se pierde más calor en invierno y se acumula calor en verano, intervenir sobre la fachada con un sistema de aislamiento por el exterior es la forma más eficiente para estabilizar las temperaturas interiores y evitar las oscilaciones térmicas.

Muestras de distintos tipos de aislamientos.

Tipos de SATE

La denominación SATE es la más aceptada en España por su facilidad a la hora de pronunciarla. En Europa este sistema de aislamiento térmico de viviendas se conoce también como ETICS (External Thermal Insulation Composite Systems with Rendering).  

Puede realizarse en distintos materiales: poliestireno expandido (EPS), poliestireno extruido, lana mineral, poliuretano, fibra de madera…

¿Qué sistema ofrece mejor eficiencia energética y sostenibilidad?

El EPS, al ser en un 98% aire, ofrece una elevada ligereza y capacidad aislante. Además, cuenta con una excelente resistencia a los cambios bruscos de temperatura manteniendo sus dimensiones estables y capacidad aislante. 

De esta forma, se mejora la eficiencia energética en el interior y se reducen las emisiones de la envolvente global del edificio.  

Su reciclaje mecánico tiene un bajo consumo energético y el subproducto derivado se puede incorporar nuevamente a la creación de nuevos productos para la construcción.  

Estas dos cualidades hacen que el EPS sea un material de excelente perfil de cara a la sostenibilidad medioambiental.

Catalogo SATE KNAUF INDUSTRIES KNAUF THERM ETIX
Catálogo Therm Etix SATE

Ayudas e incentivos públicos para particulares

El 40 % de la energía en la UE la consumen los edificios. La mitad de ese gasto se va en calefacción y aire acondicionado. El 60% de las pérdidas de energía se producen a través de los paramentos opacos de una vivienda. 

 España ha suscrito diversos acuerdos medioambientales internacionales jurídicamente vinculantes. Es el caso del Acuerdo de París (2015), que establece que la temperatura del planeta no debe subir más de 2 grados centígrados. Para lograrlo, los países miembros deben establecer estrategias de desarrollo a nivel nacional con bajas emisiones de gases de efecto invernadero. 

También se adhirió a la Ley Europea del Clima (2021) que contempla reducir en al menos un 55 % las emisiones de CO2 para 2030 con respecto a los niveles de 1990 y mejorar la eficiencia energética en un 32,5%. El objetivo para 2050 es alcanzar la neutralidad climática. 

 Como miembro de Naciones Unidas, España también comparte los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Mejorar la eficiencia energética y adoptar medidas contra el cambio climático son dos de ellos. 

 Mejorar nuestra eficiencia energética y reducir nuestra huella de carbono como país es imposible sin reducir el consumo energético de los edificios ya construidos. Para hacerlo posible, existen distintas subvenciones públicas para sufragar reformas. 

Estas subvenciones se administran a través de las comunidades autónomas. La Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes (ANDIMAT) ha elaborado un mapa con las distintas instancias a las que hay que dirigirse para consultar y solicitar estas subvenciones

Las obras no son demasiado molestas para los inquilinos y la mejora en la eficiencia energética al permitir un mejor control de la temperatura interior se nota ya desde el primer recibo de la luz o el gas. 

¿Cuánto puedo bajar el consumo energético con SATE?

El ahorro de energía con SATE para calentar y enfriar la vivienda depende de la clasificación energética elegida por el constructor. Un edificio de clasificación A supone un 75% de ahorro. La clasificación B aporta un ahorro del 60%, y una C, del 35%. 

¿Puedo poner SATE en fachadas de edificios ya construidos?

Propietarios de viviendas unifamiliares y comunidades de vecinos de edificaciones poco eficientes optan por aplicar un SATE como una forma de reducir su gasto energético. Al aplicarse en la fachada exterior, no altera la vida cotidiana de sus inquilinos. 

¿Se puede poner SATE en edificios antiguos?

El SATE se emplea sin problemas en edificios antiguos. Al ser un elemento de construcción ligero, el enfoscado antiguo no se retira, salvo que ya exista riesgo de desprendimientos.