La bioconstrucción es una forma de construir que tiene en cuenta no solo que la obra se ejecute de acuerdo a las especificaciones del proyecto, sino también su impacto en el entorno y en el tiempo.
El sector de la construcción consume el 40% de la energía que se utiliza en Europa y es responsable del 36% de las emisiones contaminantes. Construir desde un punto de vista biológico, siendo conscientes del impacto medioambiental que tiene cualquier actuación en el territorio, es, por tanto, una necesidad cada vez mayor.
¿Qué es la bioconstrucción?
La bioconstrucción estudia la relación de los seres humanos con su entorno edificado. Es decir, desde un punto de vista de construcción sostenible, cada proyecto se aborda de forma integral, con el objetivo de lograr la integración más natural posible de la edificación en el medio.
Para ello, hay que tener en cuenta aspectos como:
- El uso de materias primas con baja huella de carbono, tanto en su obtención como en la posterior fabricación de los materiales de obra.
- La reducción del consumo de energía, durante la obra y a lo largo de la vida útil de la edificación es clave en la bioconstrucción.
- La adecuación del edificio a las características naturales del lugar en el que se ubica: terreno, clima, fuentes de energía renovable disponibles, materiales, etc.
- En el caso de viviendas, el confort de las personas sin necesidad de recurrir a sistemas adicionales. Por ejemplo, mediante el uso en la construcción de materiales que proporcionen aislamiento térmico y acústico, resistentes a la humedad e inertes, para evitar la proliferación de microorganismos.
- La ionización del ambiente. La contaminación atmosférica y el exceso de aparatos eléctricos en el interior de los hogares destruyen los iones con carga negativa, que contribuyen a mejorar el estado de ánimo de las personas. Un ambiente con exceso de iones positivos provoca cansancio, dolor de cabeza, irritabilidad, insomnio y malestar general. La bioconstrucción trata de contrarrestar esta situación.
- El ciclo de vida completo de la edificación. Uno de los principales impactos ambientales de las construcciones suele darse al final de su vida útil, por la generación de residuos que implica su derribo, por eso hay que prever, desde la redacción del proyecto, el desmontaje, reciclaje y la reutilización de sus componentes.
El decálogo de la bioconstrucción: punto de partida
Se considera como punto de partida del concepto de bioconstrucción la creación en 1970 en Alemania del Grupo de trabajo para una construcción sana y una vivienda sana.
El también alemán Institut für Baubiologie propone un listado de 25 criterios para aplicar a la bioconstrucción que te explicamos a continuación:
>Clima interior
- Reducir sustancias contaminantes e irritantes y aportar suficiente aire fresco
- Reducir la presencia de polvo y demás alérgenos
- Utilización de materiales con olor neutro o agradable
- Minimizar campos electromagnéticos y ondas de alta frecuencia
- Priorizar el calor radiante para calefacción
>Materiales de construcción y equipamiento
- Utilizar materiales naturales no radiactivos
- Establecer una proporción equilibrada entre aislamiento térmico y temperatura superficial más interior
- Minimizar el contenido de humedad en obra nueva
- Optimización del acondicionamiento y aislamiento acústico
>Diseño interior y arquitectónico
- Observar proporciones y formas armoniosas
- Estimular las percepciones sensoriales
- Favorecer condiciones de iluminación
- Conocimientos en fisiología y ergonomía
- Promoción de la cultura edificatoria y artesanal
>Medio ambiente, energía y agua
- Minimizar el consumo de energía y usar fuentes renovables
- Evitar impactos negativos en el medio ambiente al construir o reformar
- Conservación de los recursos naturales
- Elección de materiales con el mejor balance ecológico
- Asegurar la calidad del agua potable
>Hábitat Ecosocial
- Diseño de infraestructuras con una combinación de usos equitativa
- Favorecer una forma de habitar responsable con el medioambiente
- Contar con áreas urbanas y residenciales que dispongan de suficiente zonas verdes
- Fortalecer la autosuficiencia local
- Selección de emplazamientos para la construcción que no se encuentren contaminados por agentes externos
Ventajas que ofrece la bioconstrucción
Construir bajo criterios de respeto al medioambiente no solo tiene un impacto positivo en el entorno natural, sino que también comporta beneficios económicos y de salud. Entre las ventajas a destacar, se encuentran:
- Ahorro de energía: la utilización de materiales con propiedades de aislamiento térmico, un diseño arquitectónico que aproveche las características del clima local y la instalación de sistemas de gestión energética sostenibles, como placas solares, minimiza el consumo de energía.
- También, ahorro de agua: se trata de un bien muy preciado que hay que cuidar, por eso la bioconstrucción utiliza sistemas de reaprovechamiento de aguas pluviales y de las aguas grises para evitar el derroche de agua potable en usos como la cisterna del váter o el riego.
- Además, ahorro económico: las dos ventajas anteriores implican, obviamente, menor gasto en facturas de suministros básicos, así como en calefacción y aire acondicionado. Además, un edificio construido de acuerdo con los principios de la economía circular supone un ahorro en extracción de materias primas, en el gasto de producción de materiales, en transporte, en trabajos de mantenimiento, reforma y rehabilitación, y en el tratamiento de la obra al final de su vida útil.
Beneficios del EPS para un sistema constructivo
- Reciclabilidad: el uso de materiales reciclables, con contenido reciclado, de fuentes naturales renovables (como biomasa vegetal) y reutilizables minimiza la huella de carbono. La bioconstrucción es interesante tanto por la disminución de la presión sobre el medio natural a la hora de la extracción de materias primas, como por la menor generación de residuos.
- Impacto positivo en la salud de las personas: la bioconstrucción proporciona hogares y entornos laborales más sanos gracias a la utilización de materiales naturales. Ten en cuenta que estos son inertes e inocuos y que mejoran el confort de las edificaciones. También supone ventajas para las personas que participan en la obra, pues evitan el contacto con productos tóxicos y contaminantes. Además, la utilización de piezas ligeras y de diseño ergonómico, como los casetones y las planchas de poliestireno expandido (EPS), en lugar de materiales pesados y poco manejables, minimiza los riesgos de accidente.
¿Qué papel cumple el EPS en la bioconstrucción y cómo contribuye con el ahorro energético?
Compuesto en un 98% por aire, 100% reciclable, ligero, resistente, aislante térmico, impermeable e inerte, el EPS es un material idóneo para su uso en la bioconstrucción, ya sea en sistemas de aislamiento térmico por el exterior (SATE) o como elemento principal para el aligeramiento en edificios e infraestructuras.
Entre sus virtudes, podemos destacar:
- Impermeabilidad. No se ve afectado por el agua ni la humedad.
- Resistencia mecánica. Soporta grandes cargas gracias a su especial configuración en forma de celdas.
- Larga vida útil. Sus características no se ven alteradas con el transcurso del tiempo.
- Es inerte. No emite lixiviados que afecten al terreno ni a las aguas subterráneas.
- Resistencia térmica. Su efecto aislante evita la congelación del subsuelo y protege las estructuras de los daños producidos por las heladas. Además, mejora el aislamiento de las fachadas.
- Reciclaje. Es un monomaterial homogéneo 100% reciclable.
- Versatilidad. Ofrece infinidad de posibilidades en cuanto a formas y diseños, adaptables a cada estructura.
- Ligereza. Su bajo peso facilita la manipulación, lo que evita el riesgo de accidentes.
Las placas de EPS utilizadas en SATE consiguen reducir hasta un 57% la pérdida de energía en los edificios. No solo es el ahorro energético que aporta a los hogares; el poliestireno expandido requiere una ínfima cantidad de petróleo para su fabricación.
Por cada litro de petróleo utilizado en producir EPS para aislamiento se ahorran 200 litros de combustible para calefacción durante la vida útil del material.
El impacto del EPS en construcción
Según las Declaraciones Ambientales de Producto realizadas de acuerdo con la norma ISO 14025, el impacto del EPS relativo al consumo de energía primaria no renovable es muy inferior al de otros materiales llamados ecológicos, como las espumas minerales o la fibra de madera.
Una casa construida en los años 70 del siglo pasado que se aísla con planchas de EPS recupera en unos pocos meses la energía que fue necesaria para la fabricación de las mismas. A lo largo de su vida útil, el EPS ahorra 200 veces más de energía que la invertida en su producción.
Estos datos que inciden en la sostenibilidad del EPS se ven reforzados por el estudio Environmental burdens of External Thermal Insulations Systems. Expanded Polystyrene vs. Mineral Wool: Case Study from Poland, cuya conclusión es que se trata del material más sostenible para utilizar en los SATE.
La lana mineral es responsable de casi el triple de emisiones de CO2 que el EPS en la producción de placas de 10 cm de espesor, y casi cuatro veces más para espesores de 25 cm.
El excelente eco-balance del EPS
El eco-balance del EPS es excelente gracias a la poca cantidad de materia prima utilizada para su fabricación y a su eficiente proceso energético de producción. El análisis de las Declaraciones Ambientales de Producto (DAP) de los elementos de EPS para aislamiento revelan sus importantes ventajas medioambientales respecto a otros materiales.
El índice ΔOI3 describe la calidad ambiental de la envolvente del edificio mediante los tres valores que se obtienen de las DAP en las categorías de impacto Energía Primaria No renovable (NRPE), Calentamiento Global (GWP100) y Potencial de acidificación (AP).




En comparación con otras alternativas consideradas ecológicas, como la fibra de madera o de cáñamo, la espuma mineral y la lana mineral, el EPS obtiene los mejores resultados. Por tanto, se presenta como una buena opción en bioconstrucción.
Además, ensayos en Alemania respecto a emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COVs) de planchas de aislamiento con EPS han demostrado que cumplen con los requisitos más exigentes en relación a la seguridad en el uso de productos de construcción para ambiente interior.
De hecho, la normativa francesa, regulada por el Decreto 2011-321, le otorga la calificación A+, la más alta posible, como material más saludable para la construcción de edificios con alta eficiencia energética.
La apuesta de Knauf Industries por la bioconstrucción
En Knauf Industries estamos comprometidos con la economía circular en todos nuestros procesos industriales, incluyendo las soluciones para la construcción.
Es el caso de Fractalys, nuestro sistema exclusivo de casetones aligerados de EPS con base cerámica para forjados reticulares, que mejora las prestaciones de los casetones de hormigón, con importantes beneficios medioambientales y ahorro económico.
Además, investigamos continuamente en nuevos materiales más sostenibles, como NEOPS, que se obtiene de recursos renovables y de biomasa vegetal. Se trata de un bioplástico con las mismas prestaciones que el EPS, pero con un impacto ambiental aún menor, pues reduce en un 30% la huella de carbono.
¿Quieres hablar con un experto? Contacta con Knauf Industries aquí.